Venezuela…siempre Venezuela sobrevuela el relato (por llamarlo de alguna forma) de la política española.
¿Se acuerdan de las inagotables referencias de los dos impresentables que ilustran esta portada con respecto a la presunta financiación ilegal del gobierno Chaves-Maduro a la formación de Pablo Iglesias? (Disclaimer: no milito en Podemos. Tampoco me gusta el actual Podemos)
Pues bien…resulta que un Tribunal de Milán acaba de condenar al diario español ABC por un artículo del 2020 donde acusaba al gobierno de Hugo Chávez de haber financiado al Movimiento 5 estrellas en Italia.
Venezuela se ha convertido en estos días en motivo de atención mediática, tras el resultado electoral, donde la oposición a Nicolás Maduro no reconoce la victoria de este. Lo realmente llamativo es que países como Brasil o Chile, están reclamando pruebas y transparencia electoral, dado que existen dudas sobre el mismo. A este llamamiento se han sumado la UE y por supuesto España.
Lo que está claro es que Venezuela se ha convertido en una factoría de bulos, mentiras y rock & roll con el objeto de seguir «anestesiando al personal» (parafraseando a Francisco Umbral) con toda la artillería mediática privada como caja de resonancia global.
Y personalmente…perdónenme pero…estoy harto de Venezuela, sus vicisitudes y sus cosas. Francamente, harto.
Pero eso no es óbice para desear lo mejor a ese gran país. Y respeto y respetaré que sus decisiones y soluciones las hagan de forma privada, entre sus conciudadanos, dejando por favor de mezclar sus problemas con los nuestros.
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