Idus de Marzo

Los idus de marzo (15 de marzo en el calendario romano) son famosos por el asesinato de Julio César en el año 44 a.C., un evento que marcó un punto de inflexión en la historia romana y que ha quedado como símbolo de traición política y cambio de poder abrupto.

Como la historia siempre se repite, quería en la entrada de hoy establecer algunos paralelismos de lo sucedido en el 44 a.C. con este 2025 del S.XXI

Donald Trump

El caso de Trump presenta paralelismos notables con los temas de lealtad y traición de los idus. Como César, Trump ha enfrentado oposición dentro de su propio partido. El impeachment promovido por miembros de su partido, las revelaciones de colaboradores cercanos convertidos en críticos (como John Bolton o Michael Cohen), e incluso el distanciamiento de figuras republicanas tradicionales durante su mandato recuerdan a la conspiración de los «amigos» de César. Trump ha cultivado una narrativa de victimización frente a un «deep state» o establishment que, según él, busca derrocarlo, similar a cómo César se enfrentaba al establecimiento senatorial romano.

Vladimir Putin

Putin representa un interesante contraste con César. A diferencia del emperador romano, Putin ha logrado consolidar su poder neutralizando amenazas internas antes de que se materialicen. Su manejo de oligarcas potencialmente desafiantes, críticos políticos y rivales internos muestra una estrategia de prevención de cualquier escenario similar a los idus. El caso de figuras como Alexander Litvinenko, Boris Nemtsov o Alexei Navalny ilustra las consecuencias para quienes se oponen a su régimen. Putin parece haber estudiado bien la lección de los idus: no permitir que se forme una conspiración interna.

Benjamin Netanyahu

Netanyahu ofrece otro interesante paralelo. Como César, ha permanecido en el poder durante un período prolongado, generando tanto lealtades firmes como oposiciones determinadas. Las acusaciones de corrupción, las coaliciones frágiles y los cambios de alianzas dentro de la política israelí recuerdan a las tensiones políticas de la Roma republicana tardía. Netanyahu ha sobrevivido a múltiples desafíos políticos mediante alianzas estratégicas cambiantes, adaptándose constantemente para mantener el poder, aunque enfrentando creciente resistencia interna.

¿Crímenes de lesa humanidad?

La pregunta sobre paralelismos entre Trump, Putin y Netanyahu en relación con crímenes de lesa humanidad es compleja y requiere un análisis cuidadoso.

Los crímenes de lesa humanidad, según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, incluyen actos como asesinato, exterminio, esclavitud, deportación forzada, encarcelamiento arbitrario, tortura, violencia sexual, persecución y desaparición forzada, cuando se cometen como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil.

Vladimir Putin: Ha enfrentado acusaciones más directas relacionadas con crímenes de lesa humanidad. La CPI emitió una orden de arresto contra él en marzo de 2023 por la deportación forzada de niños ucranianos. Las acciones militares rusas en Ucrania, con bombardeos a infraestructura civil, y previamente en Siria y Chechenia, han generado acusaciones de crímenes de guerra y contra la humanidad.

Benjamin Netanyahu: Israel, bajo su liderazgo, ha enfrentado acusaciones relacionadas con el trato a los palestinos, particularmente durante las operaciones militares en Gaza donde se han producido numerosas víctimas civiles. La Corte Penal Internacional ha abierto una investigación sobre posibles crímenes de guerra en los territorios palestinos. Los bloqueos, restricciones de movimiento y expansión de asentamientos también han sido criticados desde la perspectiva del derecho internacional.

Donald Trump: En su caso, las acusaciones relacionadas con potenciales crímenes de lesa humanidad han sido menos directas que en los otros dos casos. Las políticas de separación familiar en la frontera, el trato a los inmigrantes y ciertas políticas exteriores generaron críticas desde la perspectiva de derechos humanos, pero no han resultado en investigaciones formales por crímenes de lesa humanidad por organismos internacionales.

El paralelismo más claro entre los tres podría encontrarse en cómo sus políticas han afectado a poblaciones vulnerables, aunque con diferencias significativas en escala, sistematicidad e impacto directo. También comparten la tendencia a rechazar el escrutinio internacional y a priorizar intereses nacionales (o personales) por encima de normas internacionales.

¿Imperialismo? Sin duda. Los tres lo practican.

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